13-14-15 de noviembre de 2025
Atención Primaria (AP). Neumología. Aparato Digestivo.
Mujer de 32 años que acude a AP por disnea progresiva, tos seca y febrícula de 10 días de evolución. Refiere, además, diarreas y distensión abdominal en los últimos meses.
Enfoque individual
Antecedentes: No fumadora. Diarrea cíclica autotratada con antibióticos sin supervisión médica desde hace 6 meses.
Exploración: SatO₂ 94%. Crepitantes secos bibasales. Abdomen distendido, sin dolor ni peritonismo.
Pruebas complementarias: Eosinofilia 2.300/μL. PCR 65 mg/L. Radiografía torácica: infiltrados periféricos bilaterales. Cultivo esputo y BAAR negativos. Neumoalérgenos negativos. Heces: Calprotectina 350 µg/g. Parásitos negativos. ADN bacteriano: Sobrecrecimiento de E. coli y Klebsiella spp. Reducción de Bifidobacterium y Lactobacillus. Autoinmunidad normal.
Enfoque familiar y comunitario
Casada. Tiene perro. No viajes en los últimos meses.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Neumonía eosinofílica secundaria a disbacteriosis intestinal severa. Exacerbación de asma eosinofílica. Síndrome Loeffler por Ascaris lumbricoides. Granulomatosis eosinofílica con poliangeitis. Neumonía eosinofílica por trimetoprim-sulfametoxazol.
Tratamiento y planes de actuación
Tras descartar otras causas de eosinofilia, su médico sospecha una infección respiratoria con posible base inmunoalérgica, por lo que pauta antihistamínicos y antibioterapia dirigida. Se produce una mejoría parcial tras el tratamiento, aunque persiste la eosinofilia. Posteriormente, inicia prednisona en pauta descendente con respuesta clínica y analítica. Al completar el tratamiento, recidivan los síntomas y persisten los infiltrados. Su médico lo deriva a Neumología y Digestivo para filiar y tratar el disbalance entre ambos sistemas.
Evolución
En Neumología, presenta espirometría normal, 45% neutrófilos en lavado broncoalveolar e infiltrado eosinofílico sin vasculitis en biopsia transbronquial. Continuando el enfoque de AP, se optimiza la corticoterapia con pauta sistémica descendente durante varias semanas, presentando mejoría respiratoria y estabilización de la eosinofilia. Desde Digestivo, se implementó una dieta (supervisada en AP) y probióticos específicos. Tras 6 meses, se normalizó la eosinofilia y desaparecieron los síntomas respiratorios y digestivos. Sin recidivas hasta el momento.
Este caso evidencia cómo el uso de antibióticos sin prescripción médica puede provocar una disbiosis intestinal, generando inflamación sistémica y activando el eje intestino-pulmón. Esto puede desencadenar patologías como la neumonía eosinofílica. El médico de familia tiene un papel fundamental al integrar los síntomas de diferentes sistemas, detectar la refractariedad al tratamiento y sospechar procesos inmunoalérgicos relacionados con un disbalance de la microbiota.