13-14-15 de noviembre de 2025
Aprender técnicas de abordaje de pacientes con características psicosomáticas incluyendo formas de superación de prejuicios y disposición negativa por parte del profesional.
En reuniones tutor-residente identificamos la paciente prototipo que tenemos en el cupo y que supone un reto para todas. Cada una analizamos debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades que la paciente presenta. Vemos así cuál es su realidad, los problemas que pueden marcar su actitud y posibles soluciones.
Abordamos la estructura que pueden tener nuestras siguientes entrevistas con ella y realizamos una búsqueda bibliográfica sobre el tema.
El abordaje del paciente psicosomático debe ser integral, aplicando un modelo biopsicosocial que contemple tanto los factores biológicos como los psicológicos y sociales que influyen en la aparición y evolución de los síntomas Es fundamental establecer una relación médica-paciente sólida basada en la empatía y la confianza. La terapia cognitivo-conductual y adaptar el tratamiento a las necesidades individuales del paciente, identificando objetivos realistas, pueden ser el camino. El rechazo o malestar que puede experimentar el profesional ante pacientes psicosomáticos suele estar relacionado con la frustración, la sensación de ineficacia y la dificultad para establecer una relación satisfactoria Para superar este rechazo, es fundamental que el profesional desarrolle conciencia de sus propias emociones y actitudes, evitando la estigmatización y el etiquetado negativo del paciente.
El desarrollo de empatía, la formación en habilidades de comunicación y el enfoque en el modelo biopsicosocial ayudan a transformar la relación, permitiendo ver al paciente más allá de sus síntomas y reconociendo sus necesidades emocionales subyacentes. El mantener expectativas realistas y centrarse en objetivos alcanzables, como la mejora funcional y la aceptación de los síntomas, puede disminuir la frustración y favorecer una relación más positiva y efectiva.